Tejido óseo
Se caracteriza por su gran dureza y consistencia. Consta de una sustancia fundamental y de células óseas. Esta última es rica en sustancias minerales (sales de calcio) que aumentan con la edad. El tejido óseo forma la mayor parte del esqueleto, el armazón que soporta nuestro cuerpo y protege nuestro órganos y permite nuestros movimientos. De gran robustez y ligereza, el sistema óseo es un tejido dinámico, continuamente en fase de re modelización.
Las funciones más importantes del esqueleto son la de protección, rodeando al cerebro de la médula espinal y parte de los órganos del tórax y del abdomen. El tejido que forma la parte fundamental de los huesos es el denominado tejido óseo. Este tejido es un tipo de tejido conectivo.
Se caracteriza por estar formado por células rodeadas de una sustancia denominada matriz ósea, donde abunda gran cantidad de fibras proteicas, sales minerales, principalmente de fosfato y carbonato cálcico y células óseas.
En el hueso se pueden distinguir, al microscopio óptico, dos tipos de tejidos óseos:
Tejido óseo compacto
Tejido óseo esponjoso
Tejido óseo compacto
Se encuentra en la capa externa de los huesos largos formando la diáfisis, en el exterior y en el interior de los huesos planos y en distintas zonas en los huesos cortos, según cada hueso en concreto.
Es un tejido duro, denso y frágil. Al observarlo al microscopio destacan estructuras cilíndricas, denominadas osteonas, formadas por capas concéntricas de laminillas óseas, donde se encuentran insertos los osteocitos. En el interior de la osteona hay un canal, el conducto de Havers, por donde circulan vasos sanguíneos, linfáticos y nervios.
También aparecen canales que conectan unos conductos de Havers con otros. Estos conductos se llaman conductos de Volkmann.
Tejido óseo esponjoso
Se encuentra en la zona interna de huesos largos y planos. Forma la epífisis en los huesos largos. En los huesos cortos forman el interior y zonas del exterior.
Estructura del tejido óseo
Estructuralmente, el esqueleto consiste en unos 200 huesos formados por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostioo membrana que rodea los huesos. Aspecto macroscópico de un hueso largo La estructura de un hueso largo, como el húmero, es la siguiente:
• Diáfisis: la parte alargada del hueso
• Epifisis: extremos o terminaciones del hueso
• Metafisis: unión de la diáfisis con las epífisis.
• Cartílago articular: es una fina capa de cartílago hialino que recubre la epífisis donde el hueso se articula con otro hueso.
• Periostio: membrana que rodea la superficie del hueso no cubierta por cartílago.
• Endostio: la cavidad medular está tapizada por el endosito, una membrana que contiene las células osteoprogenitoras
Células que componen el tejido óseo
• Osteoprogenitoras
• Osteoblastos
• Osteocitos
• Osteoclastos
Esquema de células óseas
Sistemas de laminillas óseas o del hueso compacto Estas laminillas están distribuidas por 4 sistemas que son especialmente manifiestos en la diáfisis de los huesos. Estos sistemas son: laminillas circunferenciables externas, laminillas circunferenciales internas, sistema de los conductos de Havers (osteonas) que están comunicados por conpductos de Volkmann y laminillas intersticiales.
Clasificación según la forma de los huesos
• Hueso largo. Ejemplo: tibia y metacarpio
• Hueso corto. Ejemplo: hueso del carpo
• Hueso plano. Ejemplo: esternón
• Hueso irregular. Ejemplo: vértebras
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